BIBLIA CATOLICA

Share on Facebook
Share on Twitter
Share on Reddit
Share on Google Bookmarks
Share on Digg
Antiguo Testamento Nuevo Testamento Descargar Biblia Donar BIBLIA CATÓLICA

Libro Segundo de los Reyes

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

17

18

19

20

21

22

23

24

25




ANTIGUO TESTAMENTO


Génesis

Éxodo

Levítico

Números

Deuteronomio

Josué

Jueces

Rut

1ro. de Samuel

2do. de Samuel

1ro. de los Reyes

2do. de los Reyes

1ro. de las Crónicas

2do. de las Crónicas

Esdras

Nehemías

Tobías

Judit

Ester

Macabeos

II Macabeos

Job

Los Salmos

Proverbios

Eclesiastés

Cantar de los Cantares

Sabiduría

Eclesiástico

Isaías

Jeremías

Lamentaciones

Baruc

Ezequiel

Daniel

Oseas

Joel

Amós

Abdías

Jonás

Miqueas

Nahúm

Habacuc

Sofonías

Ageo

Zacarías

Malaquías

Capítulo 2: 2 Reyes 2


elías y eliseo


Elías arrebatado al cielo


2 1 Esto es lo que sucedió cuando el Señor arrebató a Elías y lo hizo subir al cielo en el torbellino.

Elías y Eliseo partieron de Guilgal,

2 y Elías dijo a Eliseo: “Quédate aquí, porque el Señor me ha enviado hasta Betel”. Pero Eliseo respondió: “Juro por la vida del Señor y por tu propia vida que no te dejaré”. Y bajaron a Betel.


3 La comunidad de profetas que había en Betel salió a recibir a Eliseo, y le dijeron: “¿Sabes que hoy el Señor va a arrebatar a tu maestro por encima de tu cabeza?”. Él respondió: “Claro que lo sé; ¡no digan nada!”.


4 Elías le dijo: “Quédate aquí, Eliseo, porque el Señor me ha enviado a Jericó”. Pero él respondió: “Juro por la vida del Señor y por tu propia vida que no te dejaré”. Y llegaron a Jericó.


5 La comunidad de profetas que había en Jericó se acercó a Eliseo y le dijeron: “¿Sabes que hoy el Señor va a arrebatar a tu maestro por encima de tu cabeza?”. Él respondió: “Claro que lo sé; ¡no digan nada!”.


6 Elías le dijo: “Quédate aquí, porque el Señor me ha enviado al Jordán”. Pero Eliseo respondió: “Juro por la vida del Señor y por tu propia vida que no te dejaré”. Y se fueron los dos.


7 Cincuenta hombres de la comunidad de profetas fueron y se pararon enfrente, a una cierta distancia, mientras los dos estaban de pie a la orilla del Jordán.


8 Elías se quitó el manto, lo enrolló y golpeó las aguas. Estas se dividieron hacia uno y otro lado, y así pasaron los dos por el suelo seco. 9 Cuando cruzaban, Elías dijo a Eliseo: “Pide lo que quieres que haga por ti antes de que sea separado de tu lado”. Eliseo respondió: “¡Ah, si pudiera recibir las dos terceras partes de tu espíritu!”.


10 “¡No es nada fácil lo que pides!, dijo Elías; si me ves cuando yo sea separado de tu lado, lo obtendrás; de lo contrario, no será así”.


11 Y mientras iban conversando por el camino, un carro de fuego, con caballos también de fuego, los separó a uno del otro, y Elías subió al cielo en el torbellino.


12 Al ver esto, Eliseo gritó: “¡Padre mío! ¡Padre mío! ¡Carro de Israel y su caballería!”. Y cuando no lo vio más, tomó sus vestiduras y las rasgó en dos pedazos.


13 Luego recogió el manto que se le había caído a Elías de encima, se volvió y se detuvo al borde del Jordán.


Eliseo sucede a Elías


14 Después, con el manto que se le había caído a Elías, golpeó las aguas, pero estas no se dividieron. Entonces dijo: “¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?”. El golpeó otra vez las aguas; estas se dividieron hacia uno y otro lado, y Eliseo cruzó.


15 El grupo de profetas de Jericó, que lo habían visto de enfrente, dijeron: “¡El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo!”. En seguida fueron a su encuentro, se postraron hasta el suelo delante de él,

16 y le dijeron: “Hay aquí, entre tus servidores, cincuenta hombres valientes. Deja que vayan a buscar a tu señor; tal vez el espíritu del Señor se lo llevó y lo arrojó sobre alguna montaña o en algún valle”. Él replicó: “No envíen a nadie”.


17 Pero ellos lo presionaron tanto, que terminó por decir: “¡Envíenlos de una vez!”. Así enviaron a cincuenta hombres, que lo buscaron durante tres días, pero no lo encontraron.


18 Cuando regresaron junto a Eliseo, que se había quedado en Jericó, él les dijo: “¿No les había dicho que no fueran?”.


Dos milagros de Eliseo


19 La gente de la ciudad dijo a Eliseo: “El sitio donde está emplazada la ciudad es bueno, como mi señor puede ver; pero el agua es malsana y la tierra, estéril”.


20 Eliseo dijo: “Tráiganme un plato nuevo y pongan en él un poco de sal”. Cuando se lo trajeron,

21 Eliseo se dirigió al manantial y echó allí la sal, diciendo: “Así habla el Señor: Yo saneo estas aguas; ya no saldrá de aquí muerte ni esterilidad”.


22 Y las aguas quedaron saneadas hasta el día de hoy, conforme a la palabra pronunciada por Eliseo.


23 Desde allí subió a Betel. Mientras iba subiendo por el camino, unos muchachos salieron de la ciudad y se burlaban de él, diciendo: “¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!”.


24 Él se dio vuelta, los vio y los maldijo en nombre del Señor. Entonces salieron del bosque dos osos, que despedazaron a cuarenta y dos de esos jóvenes.


25 Desde allí se dirigió al monte Carmelo, y luego volvió a Samaría.