ANTIGUO TESTAMENTO |
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Capítulo 4: 1 Samuél 4
4 1 Y la palabra de Samuel llegó a todo Israel.
EL ARCA DE LA ALIANZA EN PODER DE LOS FILISTEOS
Hacia el año 1050 a. C. las tropas israelitas sufren una doble derrota frente a los filisteos, y el Arca de la Alianza, llevada al campo de batalla como garantía de victoria, cae en poder del enemigo. Esta catástrofe sin precedentes, que aseguró a los filisteos el dominio sobre las montañas centrales de Palestina, determinó un cambio profundo en la organización política de Israel. Los hombres más realistas comprendieron que el ascendiente personal de los líderes "carismáticos" no era suficiente para enfrentar a un adversario poderoso y bien organizado. Hacía falta una autoridad estable, es decir, un rey. Así se fue debilitando la resistencia de los grupos tradicionalistas, que consideraban la institución de la monarquía como una rebeldía contra el Señor, el único soberano de Israel.
Una vez recuperada la paz, las aventuras del Arca de la Alianza en poder de los filisteos dieron origen a un relato popular lleno de humor e ironía, que ha sido incluido en los capítulos siguientes. Dicho relato quiere exaltar la gloria de ese símbolo tan sagrado para Israel, cuyo traslado a Jerusalén, durante el reinado de David, convertiría a la nueva capital del reino en la "Ciudad de Dios" (Sal. 46. 5).
La derrota de Israel frente a los filisteos
En aquellos días, los filisteos se reunieron para combatir contra Israel. Israel les salió al encuentro para el combate, y acamparon en Eben Ezer, mientras los filisteos acampaban en Afec.
2 Los filisteos se alinearon en orden de batalla frente a Israel, y se entabló un duro combate. Israel cayó derrotado delante de los filisteos, y unos cuatro mil hombres fueron muertos en el frente de batalla, en campo abierto.
3 Cuando el pueblo regresó al campamento, los ancianos de Israel dijeron: "¿Por qué el Señor nos ha derrotado hoy delante de los filisteos? Vayamos a buscar a Silo el Arca de la Alianza del Señor, que ella esté presente en medio de nosotros y nos salve de la mano de nuestros enemigos".
4 El pueblo envió unos hombres a Silo, y trajeron de allí el Arca de la Alianza del Señor de los ejércitos, que tiene su trono sobre los querubines. Jofní y Pinjás, los dos hijos de Elí, acompañaban el Arca.
Nueva derrota de los israelitas y captura del Arca
5 Cuando el Arca de la Alianza del Señor llegó al campamento, todos los israelitas lanzaron una gran ovación y tembló la tierra.
6 Los filisteos oyeron el estruendo de la ovación y dijeron: "¿Qué significa esa estruendosa ovación en el campamento de los hebreos?". Al saber que el Arca del Señor había llegado al campamento, 7 los filisteos sintieron temor, porque decían: "Un dios ha llegado al campamento". Y exclamaron: "¡Ay de nosotros, porque nada de esto había sucedido antes!
8 ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de este dios poderoso? Este es el dios que castigó a los egipcios con toda clase de plagas en el desierto.
9 ¡Tengan valor y sean hombres, filisteos, para no ser esclavizados por los hebreos, como ellos lo fueron por ustedes! ¡Sean hombres y luchen!".
10 Los filisteos libraron batalla. Israel fue derrotado y cada uno huyó a sus campamentos. La derrota fue muy grande, y cayeron entre los israelitas treinta mil hombres de a pie.
11 El Arca del Señor fue capturada, y murieron Jofní y Pinjás, los dos hijos de Elí.
La muerte de Elí
12 Un hombre de Benjamín escapó del frente de batalla y llegó a Silo ese mismo día, con la ropa desgarrada y la cabeza cubierta de polvo.
13 Cuando llegó, Elí estaba sentado en una silla al borde del camino, a la expectativa, porque su corazón temblaba por el Arca de Dios. El hombre fue a dar la noticia por la ciudad, y toda la ciudad se puso a gritar.
14 Al oír el clamor, Elí preguntó: "¿Qué significa ese tumulto?". Entonces el hombre fue rápidamente a comunicar la noticia a Elí.
15 Este tenía noventa y ocho años; había perdido la vista y no podía ver.
16 El hombre le dijo: "Vengo del frente de batalla; hoy mismo he escapado de allí". Elí le preguntó: "¿Qué ha pasado, hijo mío?".
17 El mensajero respondió: "Israel huyó delante de los filisteos, y el pueblo ha sufrido un gran desastre; han muerto tus hijos Jofní y Pinjás, y el Arca de Dios ha sido capturada".
18 Apenas el hombre mencionó el Arca de Dios, Elí cayó de su silla hacia atrás, al lado de la puerta; así se rompió la nunca y murió, porque era viejo y pesado. Había juzgado a Israel durante cuarenta años.
La muerte de la nuera de Elí
19 Su nuera, la mujer de Pinjás, estaba embarazada, próxima a dar a luz. Cuando oyó la noticia de la captura del Arca de Dios, y de la muerte de su suegro y de su marido, se encorvó y dio a luz, porque le sobrevinieron los dolores del parto.
20 Como estaba a punto de morir, las mujeres que la asistían le dijeron: "No temas, has tenido un varón". Pero ella no respondió ni prestó atención.
21 Y puso al niño el nombre de Icabod, diciendo: "La gloria ha sido desterrada de Israel", en alusión a la captura del Arca de Dios y a la muerte de su suegro y de su marido.