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ANTIGUO TESTAMENTO |
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LEGISLACIÓN SOBRE LO PURO Y LO IMPURO
En esta serie de prescripciones, lo "puro" y lo "impuro" -
Para salir de este estado y reintegrarse a la comunidad cultual, es preciso someterse a ciertos ritos de purificación. A las purificaciones establecidas para cada caso particular, se añade el ritual del gran Día de la Expiación, que consistía en enviar cada año al desierto el "chivo emisario", portador tanto de las impurezas como de los pecados del pueblo.
Estas prácticas ancestrales, que encierran a veces principios elementales de higiene,
sirvieron para mantener vivo en Israel el sentido de la santidad, es decir, de la
absoluta trascendencia de Dios (Is. 6. 3). Pero el punto débil de la legislación
estaba en no distinguir suficientemente el mal físico del mal moral y en identificar
algunas enfermedades con el estado de impureza. Por eso Jesús la declaró abolida,
al afirmar que nada de lo que está fuera del hombre puede mancharlo, sino sólo el
mal y la impureza que brotan de su corazón (Mc. 7. 14-
Los animales puros e impuros: los terrestres
11 1 El Señor dijo a Moisés y a Aarón:
2 Hablen en estos términos a los israelitas:
Ustedes podrán comer cualquier animal terrestre
3 que tenga las pezuñas partidas –es decir, divididas en dos mitades– y que sea rumiante.
4 Pero se abstendrán de comer los siguientes animales, a pesar de que tienen la pezuña partida o son rumiantes: el camello,
5 el damán
6 y la liebre, porque son rumiantes, pero no tienen las pezuñas partidas;
7 y también el cerdo, porque tiene las pezuñas partidas, pero no es rumiante, a este deberán considerarlo impuro.
8 Ustedes no comerán la carne de estos animales ni tocarán sus cadáveres, sino que deberán considerarlos impuros.
Los animales acuáticos
9 Entre los animales que viven en el agua, ya sea en el mar o en los ríos, ustedes podrán comer aquellos que tienen aletas y escamas.
10 Pero deberán tener por una cosa inmunda a cualquier animal que carezca de aletas y escamas, entre los seres que se mueven por las aguas y entre los vivientes que están en las aguas, ya sea en el mar o en los ríos.
11 No comerán su carne y sentirán repulsión por sus cadáveres.
12 Todo lo que vive en el agua y no tiene aletas ni escamas, será para ustedes una cosa inmunda.
Las aves
13 También deberán considerar inmundas –y por lo tanto, no las podrán comer– a las siguientes aves: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina,
14 el milano, las diversas especies de halcón,
15 todas las variedades de cuervos,
16 el avestruz, la golondrina, la gaviota, y las diversas especies de gavilán,
17 la lechuza, el corvejón, el búho,
18 el ibis, el pelícano, el buitre,
19 la cigüeña, las diversas especies de garza, la abubilla y el murciélago.
Otros animales alados
20 Además, ustedes deberán considerar inmundos a todos los insectos con alas que andan sobre cuatro patas.
21 Pero podrán comer, entre los animales de esta clase, todos aquellos que tienen más largas las patas de atrás, y por eso pueden saltar sobre el suelo,
22 o sea, todas las variedades de langostas y grillos.
23 Cualquier otro insecto alado que tenga cuatro patas, será para ustedes una cosa inmunda.
El contacto con los animales impuros
24 A causa de estos animales, ustedes podrán incurrir en impureza. El que toque sus cadáveres, será impuro hasta la tarde.
25 El que levante el cadáver de alguno de ellos, tendrá que lavar su ropa y será impuro hasta la tarde.
26 Asimismo, todos los animales que no tengan las pezuñas partidas y que no sean rumiantes, serán impuros para ustedes. El que los toque será impuro.
27 Todos los cuadrúpedos que para caminar se apoyan sobre la planta de los pies, serán impuros para ustedes. El que toque sus cadáveres, será impuro hasta la tarde,
28 y el que levante el cadáver de alguno de ellos, tendrá que lavar su ropa y será impuro hasta la tarde. Ustedes deberán considerarlos impuros.
Los animales pequeños
29 Entre los animales pequeños que caminan arrastrándose por el suelo, serán impuros para ustedes los siguientes: el topo, el ratón y las diversas especies de lagartos;
30 las diferentes clases de lagartijas, la salamandra y el camaleón.
31 Ustedes deberán considerar impuros a todos estos animales pequeños. El que toque sus cadáveres, será impuro hasta la tarde.
32 También será impuro el objeto sobre el que caiga el cadáver de alguno de ellos, sea que se trate de un objeto de madera, de una prenda de vestir, de un cuero, de una bolsa, o de cualquier otra cosa que preste alguna utilidad. Estos objetos deberán ser sumergidos en el agua y serán impuros hasta la tarde; después serán puros.
33 Si uno de estos cadáveres cae en una vasija de barro, todo lo que haya dentro de ella será impuro y la vasija se deberá romper.
34 Cualquier comestible que entre en contacto con el agua contenida en esa vasija, será impuro, y cualquier bebida se volverá impura a causa de esa vasija.
35 El objeto sobre el que caiga alguno de esos cadáveres, será impuro. Si se trata de un horno o de un fogón, tendrán que ser derribados: son impuros, y ustedes tendrán que considerarlos como tales.
36 Sin embargo, la fuente o la cisterna donde se recoge el agua, permanecerá pura, pero el que toque uno de esos cadáveres será impuro.
37 Y si un cadáver cae sobre la semilla que va a ser sembrada, esta será pura.
38 En cambio, si se arroja agua sobre la semilla y algo de esos cadáveres cae sobre ella, ustedes deberán tenerla por impura.
39 Si muere un animal que ustedes pueden comer, el que toque el cadáver será impuro hasta la tarde.
40 El que coma carne de ese cadáver deberá lavar su ropa y será impuro hasta la tarde; y el que levante el cadáver deberá lavar su ropa y será impuro hasta la tarde.
Los reptiles
41 Todos los animales que se arrastran por el suelo son una cosa inmunda: no está permitido comerlos.
42 Por lo tanto, ustedes no comerán ningún reptil que se arrastra sobre su vientre, ningún insecto que camina sobre cuatro patas o que tiene muchas patas, y ningún otro animal que se arrastra sobre el suelo, porque son algo inmundo.
43 No se contaminen ustedes mismos a causa de esos animales. No incurran en impureza a causa de ellos, para no quedar contaminados.
44 Porque yo soy el Señor, su Dios, y ustedes tienen que santificarse y ser santos, porque yo soy santo. No incurran en impureza a causa de esos animales que se arrastran por el suelo.
45 Porque yo soy el Señor, el que los hice subir del país de Egipto para ser su Dios. Ustedes serán santos, porque yo soy santo.
Conclusión
46 Estas son las instrucciones acerca de los animales, de las aves, de todos los seres vivientes que se mueven en las aguas, y de todos los demás animales que se arrastran por el suelo.
47 Así se establecerá una distinción entre lo puro y lo impuro, y entre los seres vivientes que está permitido comer y los que no pueden ser comidos.
Capítulo 11: Levítico 11